Blancanieves mezcla varios géneros a le vez: es un cuento de hadas, un musical, un melodrama, una historia de amor, una comedia y una farsa; un viaje sensorial que te transporta a la infancia; te lleva a través de la maravillosa música del compositor Alfonso de Villalonga y las hermosas imágenes en blanco y negro a la España de los años veinte y, por supuesto, a uno de los cuentos más populares del mundo: Blanca Nieves. Pablo Berger, su director, nos habla al respecto:
-¿Por qué escogiste a Daniel Giménez Cacho, un actor mexicano, para interpretar al torero Antonio Villalta, el padre de Blancanieves, y cómo surge la relación con él?
-“Yo conocí a Daniel por Profundo Carmesí, de Arturo Ripstein, una película maravillosa que me marcó, en la que Daniel está excepcional. A partir de ahí vi que empezó a salir en algunas películas españolas: trabajó con Agustín Díaz Yanez, con Vicente Aranda y me pareció un actor carismático y de una gran fuerza.
Cuando estábamos preparando el casting para el personaje del padre, Antonio Villalta, una especie de Belmonte ficcionalizado (fue el gran torero de la historia de todos los tiempos), la directora de casting puso el nombre de Giménez Cacho sobre la mesa; y como yo soy muy amigo de Agustín Díaz Yanez, quien es posiblemente la persona que más sabe de cine y toros, y además es amigo de Giménez Cacho, me dijo: “Pablo, ni lo dudes, este papel está hecho para Daniel Giménez Cacho, es el único actor en el mundo que va a poder reflejar lo que es una matador de toros. Cómo anda, esa mirada, esa presencia, ese perfil”. Hay algo físico en Daniel que es perfecto para representar a la mayor figura del toreo.
Yo diría que es el Robert De Niro mexicano; es un actor que prepara los papeles a fondo: para este papel vino a España para tomar clases de toreo durante un mes; todos los días, con el traje de luces, en la plaza, en verano, a cuarenta grados, desde que salía el sol hasta que se acababa; para poder sentirse como un torero. También pasó mucho tiempo viendo corridas de toros y preparándose”.
-Otro personaje que es fundamental y entrañable es el de Ángela Molina, que no está en el cuento de los hermanos Grimm. ¿Cómo decides introducirlo?
-“Mi filme es una versión libre inspirada en el cuento; el cuento es de tres páginas y el guión son noventa. Hay que crear un mundo de secuencias y de situaciones que no aparecen en el cuento original. Lo único que mantenemos son los personajes principales: hay una madrastra, hay dos Blancanieves (la niña y la adolescente); hay enanitos y hay manzana. Yo me he creado personajes nuevos como el de la abuela de Blanca Nieves, que es uno de los más importantes. Para este papel conté con la gran Ángela Molina, una de las mejores actrices no solo de España, sino a nivel mundial. Ha trabajado con grandes directores, Buñuel por ejemplo. Es una actriz que en cada toma es diferente, la emoción la tiene a flor de piel.
Nuestra película trabajaba con un concepto que yo llamo “Hollywood ibérico”; necesitaba grandes estrellas del cine español; y como es una película muda, podían ser grandes estrellas del cine de habla hispana, como es el caso de Daniel. Tenían que ser grandes actores: Imma Cuesta, Daniel Giménez Cacho, Pere Ponce, José María Pou, Maribel Verdú”.
-Cuéntame del personaje de Blancanieves niña y la adolescente.
-“Como soy muy ambicioso quería que el personaje de la niña fuera un poco como el caso de Lo que el viento se llevó para buscar a Scarlett O’Hara. Hicimos un llamado a nivel nacional, en el que cualquier niña se pudiese presentar, hicimos castings en Madrid, Barcelona y Sevilla; también a través de Facebook e internet. Las posibles candidatas podían mandar sus videos y sus fotos; grabamos y vimos a miles. Curiosamente, la niña que hace de Blancanieves de niña no había ido un casting en su vida, no es una niña actriz, si que era del grupo de teatro de su colegio, pero era su primer casting. Al verla entrar por la puerta, su cara y sus ojos nos hablaban. Cuando dijimos acción y ella empezó hacer su prueba era como una bombilla que se iluminaba y no podías quitar tu mirada de ella…
La Blancanieves adolescente es una joven actriz, Macarena García, ella ha trabajado mucho en televisión, pero Blancanieves es su primera película. Estoy convencido de que va a ser una de las grandes estrellas de nuestro cine. También tomó clases de toreo durante un mes y lo sorprendente es que nuestro asesor taurino, un matador de toros (José Luis Seseña), me dijo que tanto Daniel como Macarena eran muy buenos estudiantes y que estaba impresionado en que poquito tiempo habían conseguido aprender el arte del toreo”.
-¿Por qué escogiste el festival de Cine de Toronto para la premiere mundial de tu película?
“Los festivales son como las mujeres, ellos te eligen a ti (dice riéndose)… Yo creo que sí, que las mujeres lo eligen a uno, por lo menos en mi caso. Un director cuando hace una película quiere la mejor plataforma para presentarla. Mi primera opción obviamente era Toronto, porque es la gran puerta al mercado americano que todos sabemos es la gran industria; pero no solamente el mercado americano, porque hay compradores de todos el mundo: de Japón, de Francia, de Alemania, de Venezuela, de México, de Australia…
Los habitantes de Toronto aman el cine; hay cines en todas las esquinas, unas pantallas gigantescas, una calidad de proyecciones increíble, se forman unas colas inmensas y, sobre todo, el público quiere descubrir nuevos talentos, nuevas películas. Yo me siento muy afortunado de que Blancanieves ha sido muy bien recibida tanto ahí como en otros muchos lugares”.
Por Isabel Cárdenas / El Ángel Exterminador.