Cannes ovaciona el cortometraje mexicano “Las razones del mundo”

“Llegado a la transparencia del aire en la madrugada y no deja rastro. Alguien que desaparece podría ser mi padre”, con este fragmento del poema Las razones del mundo de Dominique Lauzon, comienza el cortometraje del cineasta mexicano Ernesto Martínez Bucio, quien ayer fue ovacionado en la presentación de su filme en la Sección Cinefondation, del Festival de Cannes.

Con una historia sobre el negocio de los secuestros en la Ciudad de México a través de la mirada de una mujer que, encargada de cuidar a los secuestrados, un día recibe como víctima a un niño con quien comienza a encariñarse, el cineasta que representa al Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) en la competencia en la que compite una selección de 18 filmes de entre más de 2 mil 300 inscritos, fue bien recibido por los presentes a la función que se llevó a cabo en el teatro Luis Buñuel.

Se trata de una historia estremecedora que tiene como contexto el negocio de los secuestros. Sin embargo, en esta atmósfera de violencia que priva la libertad, el realizador se enfoca en el punto de vista de uno de los secuestradores, una mujer con tres meses de embarazo que se enfrenta a una situación que le cambia la vida, “no me gusta a lo que me dedico, pero sería peor si otros lo hicieran. Vivo con mi novio y cuidamos gente. Queremos irnos lejos de esta ciudad. Ya tenemos suficiente dinero, pero nos trajeron otro huésped. Tiene unos 7 u 8 años. Nunca nos había tocado cuidar a un niño”, dice la sinopsis del filme.

“Cuando yo tenía como nueve años secuestraron a uno de los compañeros del salón, como al mes lo soltaron y me platicó que había sido una pareja. Esto fue en los años 90, y se me quedó en la cabeza y para cuando tenía que hacer mi tesis del CCC me acordé de esta historia y la escribí con Odel Zabaleta quien también es el fotógrafo”, comentó el cineasta Ernesto Martínez Bucio, en entrevista con Crónica.

Con este cortometraje el cineasta muestra una reflexión sobre un problema social que ocurre en México desde hace más de 20 años, “desde los años 80 ha estado pasando, no sé si hasta en los 70 aunque pienso que en esa época eran más levantones, el secuestro no era un negocio. A partir de los 80 y 90 se da un boom de la gente que se dedica a eso, hay bandas que están compuestas de muchas células. No son dos personas, mientras unos se encargan de cuidar a la gente, otros se encargan de levantarlos y otros más, llamados ‘halcones’ se encargan de vigilarlos. Se vuelve un negocio redondo”, destacó.

“Mi intención fue abordar el tema a partir de las relaciones humanas que pueden tener estas personas que aparentemente son los malos y que la sociedad los ha planteado como monstruos sociales, pero en realidad son personas que encontraron en esto un trabajo. Que está jodido, sí, que está mal, sí, pero sin hacer una apología del crimen trato de entenderlos porque si no entendemos esta violencia, lo que nos pasa como país y lo violentos que somos como sociedad no vamos a tener posibilidad de cambiar nada”, agregó.

El realizador espera que su paso por Cannes le permita llevar su filme a otros festivales alrededor del mundo así como abrir la posibilidad de encontrar financiamiento para proyectos nuevos. Además destacó la presencia de los cortometrajistas en el festival más allá de las ausencias de filmes mexicanos en las competencias principales.

“Fue una coincidencia que no haya películas en largometrajes, es muy raro porque Amat Escalante y Carlos Reygadas están terminando su película y otros cineastas que no terminaron a tiempo sus filmes, solo fue una coincidencia rara. A los cortometrajistas sí nos pone en una vitrina muy importante para mostrar nuestro trabajo y para que se vayan a circular a otros festivales, y yo encantado porque entre más se vea mi trabajo mejor”, señaló.

Finalmente, el realizador comentó que el título del libro tomado del poema de Dominique Lauzon también tiene un mensaje general sobre las desapariciones que se remonta a lo que sucede en México en la actualidad: “El libro no tiene que ver con la historia pero sí tiene una atmósfera de desolación, me gustaba mucho el título y lo tomé y luego el primer poema hablaba de desaparecer. Lo tomé porque cuando alguien desaparece podría ser cualquiera de nosotros y eso me transmitía una conexión a las personas que desaparecen en México que no sabemos donde están y no sabremos si algún día vamos a saber donde quedaron”, concluyó.

El filme cuenta con las actuaciones de Humberto Yañez, Eduardo Millet, Báltimore Beltrán, Francisco Mena y Mónica Bejarano, ésta última en el papel principal.

La Cinefondation fue creada en 1998 por el ex presidente del Festival de Cannes, Gilles Jacob, y tiene por objetivo la búsqueda de nuevos talentos entre trabajos presentados por escuelas de cine de países de todo el mundo.

Ulises Castañeda / Crónica