12 Horas para Sobrevivir

Hace aproximadamente un año la película The Purge, conocida en nuestro país como La Noche de la Expiación, me pareció un modesto pero entretenido refrito de la vieja fórmula de “invasión doméstica” el cual fue aderezado con un subtexto futurista donde existía un orden establecido por un misterioso gobierno para mantener la prosperidad económica y social, con la llamada “Purga anual”, una ley por la que durante una noche se puede cometer cualquier delito, incluyendo asesinatos, sin tener que hacer frente a las consecuencias legales, ni responder ante la justicia amparados por el.

Por eso, cuando el estudio Blumhouse Productions anunció una secuela, despertó el entusiasmo de quienes habían disfrutado la original (incluyéndome). De ese modo nos llega la secuela The Purge 2: Anarchy, titulada en nuestro país como 12 horas para sobrevivir, la cual continúa mostrando los terribles acontecimientos de esta ley pero ahora en las calles, con lo que supera ligeramente en cuanto a acción a su predecesora, aunque eso no quiera decir que sea una extraordinaria película ni nada por el estilo.

No creo que sea estrictamente necesario haber visto la primera parte para disfrutar 12 Horas para sobrevivir, puesto que no estamos ante los mismos personajes que vimos en los eventos anteriores, sino del contexto que definitivamente los relaciona.
Tras varios anuncios e información, donde nos vuelven a explicar la mecánica del nuevo gobierno de los Estados Unidos, nos enteramos que poco a poco se ha ido formando un grupo de resistencia ante esa violenta ley. De ese modo vamos conociendo a varios personajes, entre ellos la mesera Eva (Carmen Ejogo) y su hija Cali (Zoe Soul), quienes atraviesan por un gran problema económico. El Sargento (Frank Grillo) un hombre que aprovechara la Purga anual para buscar venganza. Y, finalmente, la pareja conformada por Shane (Zach Gilford) y Liz (Kiele Sanchez) quienes quedan varados en la calle por una lamentable falla de su auto. Entonces por diferentes circunstancias el destino se encontrarán para juntos tratar de sobrevivir a la noche más violenta de sus vidas.


En apariencia, este argumento se limita a repetir lo que vimos en la primera entrega, pero varias sutiles diferencias ayudan a que la secuela resulte mucho más satisfactoria e interesante. Principalmente tenemos el desarrollo de los protagonistas, que con sus distintas motivaciones dan mayor variedad a las reacciones y actitudes. Pero lo más interesante es el hecho de llevar la acción a las calles, donde echamos un vistazo a la mecánica de la sociedad en distintos niveles, desde gente dispuesta ayudar, mercenarios, vengadores e incluyendo a verdaderos dementes que gozan de la brutalidad. Además, se pretende examinar la perturbadora motivación y reacción tanto del gobierno como de la alta sociedad, y las distintas razones por las que este aparente orden social ha prevalecido, con lo que se logra una muy interesante crítica a la persistente lucha de clases.
A pesar de todo esto, la película conserva algunas de las fallas de su predecesora. La escasa hora y media de duración parece excesiva, pues hay bastantes momentos cansados en la trama (como un innecesario enfrentamiento doméstico, etc), cayendo en una fórmula muy rutinaria: Escena de Acción/Atrapados en locación peligrosa/Persecución. Y repetir al gusto.
Esa estructura es una forma un poco arbitraria de llevarnos a múltiples escenarios, uno más peligroso que el anterior. Y si bien esto contribuye al dinamismo de la historia, en ocasiones se siente como un mero truco técnico para extender el alcance de la trama y hacer que parezca más compleja de lo que realmente es.
Como dije al principio, creo que 12 Horas para sobrevivir es ligeramente mejor que su antecesora, pero a pesar de esos elogios, no es una cinta demasiado notable. Sirve perfectamente bien para pasar un rato entretenido en el cine -en estos tiempos en los que las salas se despachan cintas para niños en su mayoría por los tiempos vacacionales-, aunque difícilmente se convertirá en un clásico. De cualquier forma, sospecho que nunca tuvo tal ambición, y puedo recomendarla como un adecuado “cine de acción”, pero sin destacar notablemente en algún aspecto que la haga trascender. Un filme simplemente funcional.

Por Cuauhtémoc Ruelas / Twitter: @esquinadelcine