La audaz realizadora Teresa Suárez responsable de esa joya del cine mexicano llamada Así del Precipicio, vuelve a acertar, esta vez con una deliciosa comedia musical protagonizada por dos adorables “chachas” y con sabrosas rolas de Juan Gabriel.
La cinta nos muestra a Martina (Gina Vargas) y Lupita (Olinka Velázquez), dos jocosas muchachas de servicio que deciden hacerlo todo por amor, por ello cuando su malvada patrona, Marcela (Erika De la Rosa), no las deja ir a una boda en su pueblo, este adorable par de hermanas tienen la gran idea de robarle la ropa y los zapatos y huyen a la pachanga, donde Lupita buscará impresionar a su novio Pepe (Víctor García), para que finalmente se case con ella. No obstante cuando Marcela descubre el ilícito, recluta a Marifer (Mar Contreras), su mejor amiga para ir como de rayo a buscarlas, recuperar sus cosas y hacer justicia terrenal. De tal manera que su fin de semana de descanso se convierte en un revelador y divertidísimo viaje de peripecias y descubrimientos que cambiará la vida de todas. Todo esto bajo el extraordinario ritmo de las canciones del gran Juanga, las cuales son montadas en geniales e hilarantes números musicales ¡Cuanta diversión para un público acostumbrado a puras cintas de arte y simbolismo!
Ironía n. f. es la figura literaria mediante la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. También se aplica el término cuando una expresión o situación parece incongruente o tiene una intención que va más allá del significado más simple o evidente de las palabras o acciones.
Pequeño Larousse, 2014
Y como ya se me cansó el brazo de escribir tanta ironía, ahora si, aquí les va mi crítica real a diente pelado:
¿Que le Dijiste a Dios? es -como dirían semanalmente en el programa de radio El Weso-, una de las señales bíblicas del apocalipsis. Así de sencillo. Más aún, su mera existencia es un misterio que sólo un teólogo fílmico certificado podría aclarar. Primero, ¿Cómo fue que Teresa Suárez llegó a ese nivel de desvergüenza para presentar una idea tan plana e idiota como esta? ¿Peor aún, quién aprobó el financiamiento de este churro de cuarta? ¿Y por qué actores de respetada trayectoria como la genial Regina Orozco, aceptaron aparecer en este bodrio para idiotas?
La respuesta a las dos últimas preguntas es fácil de adivinar… “dinero”, en tiempos de crisis. Pero ¿Realmente el cine mexicano es tan corrupto y oportunista para llegar a ese ínfimo punto? ¿Realmente creen los ejecutivos voraces y rapaces que el público ha llegado hasta este extremo de estupidez y se come y bebe cualquier cosa? Y no me vengan con argumentos baratos como: “Es una película para divertir a la familia”. Eso no es pretexto para presentar una historia tan torpe; déjenle esa excusa a la programación enajenadora de Telerisa y Tv ChafAzteca, los cuales están más allá de toda redención y producen basura comercializable que según ellos le gusta al populus y ganan dinero.
No quiero hablar más de esta pesadilla cinematográfica que padecí como nunca antes, ni las palomitas me cayeron bien. Solamente diré que para quienes insistan en verla simplemente por matar el rato y escuchar las adaptaciones de los temas de Juan Gabriel, mejor compren en ITunes o en Mix Up todo su repertorio y eviten desperdiciar hora y media de su vida en esta atroz película digna de un público descerebrado, que muestra que lo peor del cine nacional cuenta con financiamiento y se atreve a querer luchar por un record de taquilla. Que Dios nos agarre confesados.
Por Cuauhtémoc Ruelas / twiter: @esquinadelcine