En un lugar de La Mancha… versión 7.0
El director de cine estadounidense Terry Gilliam, ex integrante de Monty Python y con una celebrada carrera como realizador, firmó un trato con los Estudios Amazon (la conocida empresa de venta de productos por internet también tiene una plataforma para producir cine y televisión desde el 2010) para filmar El hombre que mató a Don Quijote, su adaptación de la novela de Cervantes que le ha eludido ya en seis ocasiones.
El debut de la séptima intentona de Gilliam con el Quijote, está programado para mayo del próximo año y se espera que tras una breve corrida comercial tenga distribución a través de la plataforma de VOD con la que los amazónicos le hacen competencia a Netflix y Hulu. Los esfuerzos previos con el clásico hispano, del director de Brazil (1985) y su equipo, incluido Johnny Depp, se resumieron en Lost in La Mancha (Keith Fulton y Louis Pepe, 2002), un retrato de las penurias en las que no escasea la mala suerte; en resumen, un rodaje quijotesco, imposible, maldito.
John Hurt ya firmó contrato para el papel de Don Quijote, lo mismo que Jack O’Connell quien interpretará a Toby, un cínico hollywoodense que se encuentra él mismo en su propio reto quijotesco, impulsado por el encuentro con un misterioso personaje gitano, para rastrear el pueblo español donde habría filmado su película estudiantil. Esta séptima versión incorpora más material de la vida personal de Gilliam y la premisa es que, a diferencia de los intentos en que colaboró Depp, la historia ocurre no en el siglo XVII, sino en la actualidad. “Es más sobre cómo las películas pueden dañar a las personas”, explicó Gilliam.
Atormentado por los molinos de viento muy reales y concretos que le impidieron en el pasado concluir con buena fortuna su película quijoteca, Gilliam afirmó que su sueño de llevar el Quijote al cine “es obsesivo… desesperado… patético… tonto. Es este crecimiento, este tumor que se ha convertido en parte de mi organismo y del que debo deshacerme si quiero sobrevivir.” Ojalá esta sea la vencida, no sólo para ver un Quijote gilliamesco, sino para poder contar con más Gilliam en el futuro. Suerte desde el Tijuaneo para uno de los maestros más creativos del cine actual.
Por Lefteris Becerra
