Todos a través de la vida vamos a enfermar y a morir, pero es muy diferente cómo enferma una gente con dinero y cómo enferma una persona pobre. El que se dedica al oficio de médico tiene que extrapolar estos dos casos y mirar las diferencias, dice el escritor.
Historias donde se demuestra que el binomio más siniestro es ser pobre y estar enfermo, relatos donde vivir la muerte de un amigo te permite gozar valores como la amistad, insinuaciones de que los políticos ocasionan enfermos o narraciones que te indican que una de las enfermedades modernas es la sordera selectiva, mejor conocida como soberbia, son parte de los 28 cuentos que se reúnen en Quizás en otro lugar, reciente libro de Arnoldo Kraus, editado por Sexto Piso.
“En esos cuentos hay ficción y realidad, no todos hablan de mi oficio: ser médico, pero muchos hablan de la enfermedad. Claro que me resulta imposible deslindarme de la medicina, son cuentos donde abordo temas muy diversos que van desde la enfermedad, la vida de la gente, el dolor, la ironía del conocimiento…es una gran mezcla”, señala el escritor y miembro del Seminario de Cultura Mexicana.
Estos relatos, que fueron escritos durante siete años por el también médico cirujano y autor de Cuando la muerte de aproxima, plasman parte de las preocupaciones de Kraus por la sociedad como es el caso del vínculo entre pobreza, falta de ética, impunidad y corrupción.
—En el cuento “El caso Usted”, menciona que el binomio más siniestro es patología y pobreza…
—Todos a través de la vida vamos a enfermar y a morir, pero es muy diferente cómo enferma una gente con dinero y cuando enferma una gente pobre, las enfermedades de la pobreza son muy diferentes a las enfermedades de la riqueza, es diferente enfermar en la Sierra de Oaxaca que aquí en el ABC. Estuve atendiendo a muchos pacientes en hospitales de gobierno y hay un vínculo con pobreza y enfermedad, hay (casos de) desnutrición o pulmonías de las que los familiares no pueden costear los medicamentos.
“Mientras más se acumula la pobreza, hay más enfermedades por pobreza y hay un nexo imposible de separar: el peor de los binomios es ser pobre y enfermo. El que se dedica al oficio médico tiene que extrapolar lo que ve en la gente enferma con su condición de vida económica. Ahora me dedico a escribir cuestiones de ética médica y los cuentos siempre tienen la carga de lo que pienso: el vínculo entre pobreza, falta de ética, impunidad y corrupción”.
En otro de sus cuentos, “Higiene y política: extraña coincidencia”, Kraus habla de que los políticos higienizan su vida al no comprometerse, al evitar la realidad que viven las personas enfermas, que muchas veces son gente con padecimientos ocasionados por los actos que hacen o dejan de hacer los políticos.
“Me gustaría que todos los políticos mexicanos estuvieran enfermos de lo que digo, la pobreza es una enfermedad, y si la pobreza es responsabilidad de quien lleva el poder, ahí hay un vinculo. Por eso juego con esa ficción, dejo soterrado ese mensaje. Sería pretencioso decir que intento dejar un mensaje en mis cuentos, pero en realidad sí, quizá es por mi mente complicada de médico que antes hacía un poco de ciencia y que siempre he vivido más en la realidad”.
En todos los cuentos de Kraus aparece un personaje que experimenta la muerte, ya sea porque un amigo fallece, porque un ser querido pierde la memoria o porque el mismo protagonista sufre alguna enfermedad. ¿Por qué le interesa el tema de la muerte?, se le pregunta al autor. “Vivir la muerte con tus seres queridos, amigos, o como médico a través de los pacientes, sin que suene petulante, te permite gozar más valores como la amistad, esperanza, los recuerdos y el cariño con la gente”
INUTILIDAD Y ÉTICA. Para Arnoldo Kraus la literatura es una forma de calmar sus dolores y de explicar cosas que la medicina no puede. “Cuando no sé qué tiene un paciente, argumento que cada enfermo es diferente, que las enfermedades tienen muchas caras, que la medicina es una gran ciencia, pero no es exacta, a veces no es ciencia sino arte y no tenemos las respuestas que quisieran los pacientes. Entonces muchas verdades las puedo encontrar a partir de la literatura, y otras respuestas la medicina se las puede dar a la literatura”.
En Quizás en otro lugar, el autor también ironiza sobre la inutilidad de algunos estudios médicos, por ejemplo, narra la preocupación de un hombre sobre su muerte después de que éste leyera un artículo científico de que existen probabilidades de morir el día de su cumpleaños o la historia de que según Science medir más de 1.60 metros tiene relación con padecer cáncer.
“Algunos de los cuentos proceden de cosas que leí, pero hay una serie de prioridades para los enfermos que no tienen que ver con lo que los médicos quieren publicar o saber. Esos cuentos que mencionas sirven para burlarme de las prioridades, hay de realidades a realidades”, comenta.
Otro tema que Kraus aborda en su reciente libro son los males sociales, como el caso de la sordera selectiva o mejor conocida como soberbia, la cual te puede llevar a tener muchos amigos si es que ganas un premio, es decir, si sales del anonimato.
—¿Estos otros padecimientos que no son orgánicos, nos hablan de una sociedad enferma?
—Pienso que el mundo está enfermo, quien diga lo contrario es porque no ve una realidad. La Tierra como nuestra casa está amenazada y nosotros como especie hemos modificado el entorno natural. Todo lo que sucede con los refugiados que dejan sus casas y vidas, y que llegan a Europa son maltratados en general, algunos cientos y miles mueren en el mar, eso habla de una enfermedad mundial.
“Pero también quiero agregar que hemos acumulado cantidades inmensas de conocimiento, que son grandes logros, pero ¿dónde están?, ¿se aplican equitativamente?, ¿sirven para mejorar la situación? Yo creo que no. Si la mitad de la gente mexicana es pobre, quiere decir que el país está enfermo. Entonces ¿cuál es la utilidad del conocimiento si no se distribuye con cierta ética y justicia?”.
Reyna Paz Avendaño / Crónica
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