Entrevista con José Paredes, director del largometraje Buenos Tiempos
Sin duda hacer cine de manera independiente hoy en día en cualquier lugar de nuestro país es muy complicado, pues tanto los actores, directores, como todo el equipo de producción se enfrenta a una realización financiada por ellos mismos, generalmente –o en la mayoría de los casos-, “lo hacen por amor al arte”. Tal y como sucedió con la cinta independiente “Buenos Tiempos” del tijuanense José Paredes, la cual tuvo su estreno oficial el pasado 27 de agosto en la Cineteca Tijuana, gracias al apoyo de familiares, amigos y varios artistas de la ciudad que hicieron posible el sueño de este joven realizador. Es importante destacar que este creador no considera totalmente indispensable haber estudiado cine para lograr ser un director, ya que para él lo más importante es sencillamente, ver películas constantemente y sobre todo realizar sus propios proyectos (“así como para ser escritor es necesario leer y escribir”). Esto último por supuesto funcionará –entre otras cosas- como ejemplo para todos aquellos jóvenes, cuya intención sea la de incursionar en el apasionante oficio de la cinematografía.
Por tal razón nos dimos a la tarea de entrevistar a este notable artista tijuanense para el TijuaNeo, para que nos ampliara mas su visión respecto a su proyecto y la noción que tiene del llamado Séptimo Arte en nuestra ciudad y el resto del país.
-Cuéntanos brevemente la trama de tu ópera prima Buenos Tiempos. ¿Qué significa el título y cuáles son las referencias hacia la juventud de hoy en día?
-“Buenos Tiempos cuenta la historia de tres jóvenes que están a punto de asistir a su reunión de preparatoria dos años después de haber egresado. Superficialmente todos muestran emoción y entusiasmo, sin embargo por dentro están lidiando con el hecho de que van a retroceder al pasado y a las cosas que dejaron pendientes, por lo que en esta fiesta ven una oportunidad para corregir o arruinarlo todo por última vez. El título es una indicación de cómo los conflictos emocionales son más sencillos cuando se llevan a cabo en una etapa menos madura. A pesar de que los personajes se encuentran en una etapa aun juvenil e ingenua, miran al pasado y lo ven como una etapa en la que todo era menos complicado, lo cual es algo que eventualmente sucede a través de la vida”.
-¿Para darle vida al guión te remitiste a experiencias propias?
-“En parte. Pero mas que nada tiene que ver con el grupo de compañeros con los que me tocó convivir mi último año de preparatoria. Sus conflictos no eran muy diferentes a los de estos personajes, y ahora diez años después de haber egresado, miramos atrás y vemos claramente cómo esos conflictos los definió para siempre”.
-¿Por qué elegiste como personajes de tu película a tres jóvenes y no solo a uno en especifico?
-“Los problemas tanto en la película como en el grupo que me inspiré para hacerla, tenían que ver con un mismo propósito, el cual era encontrar a la persona ideal, o lo que pareciera ser la persona ideal. Lo curioso fue como todos lidiaban con ello de distintas maneras, incluso hasta drásticas y excesivas. Para unos simplemente eran cuestión de ego, otros de tentación, y otros porque realmente creían que era la persona ideal para ellos”.
-Hacer cine es algo difícil en México, por el poco apoyo tanto del gobierno, o por la escasa propuesta laboral, entre otras cosas. ¿Qué te ayudó a superar las dudas y arriesgarte por hacer Buenos Tiempos por tu propia cuenta?
-“Afortunadamente, el cine en su totalidad no comienza ni termina aquí en México, aun nos queda un mundo por explorar que apoya a proyectos independientes como este. Robert Rodríguez dijo que lo mejor que puede hacer un realizador independiente a la hora de hacer su ópera prima es mirar que es a lo que tiene acceso. En mi caso yo tenía acceso a una locación donde podría llevarse a cabo la reunión, y a distintos hogares que pudieran ser los hogares de los personajes principales. La historia era contemporánea, así que no requería de una vestimenta épica o diálogos que no fueran de la manera más espontanea y por decirlo así, actualizados”.
-¿Cómo fuiste involucrando a la gente que participó? Y ¿Cuánto tiempo te llevó levantarlo?
-“En cuanto actores tuve la ventaja de contar con compañeros cineastas que tenían un cierto conocimiento para actuar, al igual que con algunos actores de la Licenciatura de Teatro de la Universidad Autónoma de Baja California. Tomando en cuenta que era un proyecto con un presupuesto ajustado, todos fueron lo suficientemente amables de participar por voluntad propia y no por cuestiones monetarias, lo cual es algo por lo que siempre les estaré agradecido. Precisamente por la manera en cómo se hizo hubo dos momentos en los que la producción paró completamente: cuando me quedé sin trabajo por un tiempo debido a la crisis laboral, y cuando me casé y tuve que invertir todo en ello. Algo que igualmente nos detuvo mucho fue que no contábamos con un buen equipo o suficiente personal para darle un buen avance a la post-producción, la cual estaba en manos de Álvaro Zendejas. A pesar de su talento, era mucho trabajo para una persona solamente, pero todo cambió cuando precisamente el 31 de Diciembre del 2011 nos llegó el equipo necesario, y meses antes se unió un compañero cineasta llamado Manuel Alejandro Anell, director de la serie web “El Porvenir”, para apoyarnos. Con estas dos ventajas pudimos dar un gran y ágil avance. Debido a todos estos impedimentos o compromisos todo se demoró por tres años. Otros compañeros que participaron lo hicieron generalmente por el simple hecho de apoyar y participar”.
-¿Cuál escena o situación fue la que mas trabajo te costó?
-“Todas las escenas tuvieron lo suyo, requirieron tiempo y muchísima paciencia. No fue una escena en particular la más compleja, sino más bien un día entero en el que estábamos rodando, el verano estaba a todo lo que daba, y el calor nos estaba desorientando a todos completamente. Ese fue posiblemente el día más pesado, pero todos hicimos lo posible por prevalecer y salir adelante con entrega y profesionalismo”.
-¿Como realizador qué buscas con este largometraje?
-“El largometraje es un producto con mayor potencial y posibilidades que un cortometraje. Espero simple y sencillamente que salgan cosas buenas de él. En cuanto al público espero que se identifiquen, se diviertan, y se conmuevan con lo que vean en la pantalla, lo cual pareció haber sido el caso en la premier el 27 de agosto pasado en la Sala Carlos Monsiváis en esta ciudad”.
-Siempre te has definido como un realizador autodidacta y ahora que acabas de presentar tu ópera prima ¿Crees que es necesario el haber estudiado cine para poder convertirte en director?
-Mira, es una adición, pero no es crucial. La disciplina cinematográfica se fundó en base a las limitaciones que tenía el celuloide a principios del siglo pasado, y las reglas se crearon al ver que el público respondía bien ante lo que veían en pantalla. Pero ahora, la tecnología ha cambiado bastante con el surgimiento de lo digital, lo cual tiene ventajas visuales con las que uno no podía contar con el celuloide, así que uno puede crear su propia disciplina y sus propias reglas ante ello. Sí es necesaria una educación previa, y lo digital igualmente trae otros retos en el orden técnico, pero uno puede educarse tanto yendo a la escuela como al ver miles de películas e incontables tutoriales o detrás de las cámaras que explican detalladamente la realización de un proyecto cinematográfico y con libros o información de la red. Localmente hablando, y con respeto a todos mis compañeros que tienen la ventaja de asistir a una escuela de cine, los proyectos más ambiciosos, impactantes y trascendentes son de aquellos que se preocupan por lo que cuentan y como lo cuentan, y no por aquellos que continuamente se fijan cual regla cinematográfica hay que seguir al pie de la letra”.
¿Cómo ves la situación actual en cuanto a la producción de cortos y largometrajes en la ciudad?
-“Esta muy callada. Cinco o seis años atrás se hacían muchas muestras de cortos locales. Y lo fascinante de dichos eventos es que así conocías a otros cineastas locales y creabas un diálogo y una relación entre colegas, lo cual era sumamente enriquecedor. Pero hace unos años todo se apagó muchísimo. Ya son contados los eventos de cine que se realizan en la ciudad, y por lo cual es difícil seguirles los pasos a los nuevos realizadores. Sin embargo, es imposible ignorar proyectos como “EL Vecino”, largometraje que está en post-producción dirigido por Giancarlo Ruiz, o la serie web “El Porvenir” de El Vigilante Films, la cual está por irse a un festival de series web en Francia llamado Merseille. Callado o no, ambición y talento es algo que siempre va existir en la ciudad, precisamente por eso es que buenas cosas han surgido y siempre surgirán aquí”.
-Finalmente, ¿Qué sigue para José Paredes y “Buenos Tiempos”?
-“Por ahorita es cuestión de dedicarle todo el tiempo y esfuerzo a la movilización del largometraje en distintos circuitos, festivales, espacios, etc. La noche del estreno vi un potencial en la reacción del público que me llenó de esperanza y de posibilidades que todo indica que puede surgir algo gracias a él. Ya dependiendo del resultado de este largometraje me decidiré cual será el siguiente proyecto que haré, el cual obviamente sería un largometraje también, pero la dimensión de él depende de lo que salga de este”.
Por Cuauhtémoc Ruelas
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