La película “¿Qué culpa tiene el niño?”

Aunque tampoco hay mucha tela de donde cortar en el reciente cine mexicano de corte comercial, muchos opinan que la actriz Karla Souza es la actual “Reina” de la comedia romántica que en años recientes se pelean actrices como Sandra Echeverría, Aislinn Derbez o la usualmente irritante Martha Higareda. Si esto es cierto o no, el tiempo lo dirá. Más aún, si ese “trono” es algo deseable…, sólo queda contemplar el estado actual de este género.

En ese sentido Souza ha tenido hasta el momento una carrera algo irregular. Son innegables sus precisos instintos humorísticos, y su excelente ritmo, pero fuera de la exitosa Nosotros Los Nobles su selección de proyectos ha sido desafortunada. Ella ha resultado ser lo mejor de películas como Suave Patria o Me Late Chocolate, y aunque las cintas mismas no han sido muy notables, han sido suficientes para confirmar que Souza en múltiples ocasiones ha resultado ser una magnífica actriz, con mayor rango y personalidad.

Habiendo establecido eso, me dispongo a destrozar “Que culpa tiene El Niño”.

Bueno, no es para tanto. Ciertamente la película es floja, insulsa, clasista a más no poder, gratuita y absolutamente falsa. Pero debo admitir que tiene un par de buenos momentos, que reflejan un sentido del humor mucho más elaborado que las torpes payasadas que exhibe esta cinta durante su examen de las vidas socialmente opuestas de sus dos protagonistas.

Es así que conocemos a Maru (Karla Souza), una ejecutiva de 26 años, carismática y emprendedora, mientras que Renato (Ricardo Abarca) es un chico de apenas 21 años que aún vive con su exótica madre (Mara Escalante). Sin tener nada en común, y por una coincidencia del destino, se conocen en una boda. Semanas más tarde, se enfrentan a una situación “inesperada” pues Maru ha quedado embarazada. Entonces esta decide comunicárselo al inmaduro Renato, que recibe la noticia con incertidumbre, para luego sobreponerse y ofrecer su ayuda en todo lo necesario. Y, aunque un hijo estaba definitivamente fuera de los planes de ambos, la joven decide proceder con el embarazo y tratar de formar una familia con el humilde chico, quien parece ser una buena persona después de todo, aunque sus clases sociales sean diametralmente opuestas.

No hay más. Esta película toma el enfoque de la consabida propaganda pro-matrimonio que trata de impactar a nuestra sociedad. Tal propaganda va generalmente dirigida al público joven adulto, donde esta vez le tocó aprender la lección a las mujeres… “la vida de mamá soltera no es buena decisión; es mejor casarse con un hombre, aunque no se tenga idea de quién es o no tenga ningún futuro”. ¡Gracias comedias románticas, por aclarar las cosas! ¡Ja!

A pesar de sus múltiples momentos del más simple humor, donde vemos el constante choque de ideologías en el sentido más burdo y en ocasiones ofensivo, ¿Qué culpa tiene El Niño? tiene a su favor la presencia de la mencionada Souza, acompañada de un buen ensamble de hábiles comediantes que, a pesar de lo ingrato de sus papeles, se las arreglan para al menos entretener.

Entre estos comediantes están Mara Escalante quien tiene una corta participación en el papel de mamá alcahueta, pero su mera presencia mejora la película en más de una ocasión, sobre todo cuando esta lo necesita desesperadamente.

¿Que culpa tiene El Niño? será seguramente olvidada en muy poco tiempo, pero al menos dio trabajo temporal al personal técnico y creativo que trabajó en ella. No funciona muy bien ni como comedia romántica ni como comedia de enredos, y sólo podría recomendarla para fanáticos de Karla Souza, que seguramente serán muchos. Es solamente el encanto de esta actriz (y el de los comediantes que la acompañan) lo que evita que esta cinta sea un abyecto desperdicio de tiempo y dinero.

 

Por Cuauhtémoc Ruelas

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